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ACELERA

PÁNICO EN ZARAGOZA

PÁNICO EN ZARAGOZA

Pánico. Esto es lo que siento cuando leo que la base de la Otan en Zaragoza vigilará en tiempo real movimientos de tropas en todo el mundo. Me da horror pensar que los 3.000 millones de euros de inversión que se necesitan para dotar de la infraestructura necesaria para conseguir ese objetivo se van a invertir en guerra en lugar de en la paz. Zaragoza será la sede de cientos de aviones espías, miles de agentes secretos y miles de militares europeos y noreteamericanos que tomarán la ciudad para convertirla en un "centro neurálgico de información para Estados Unidos".

Mi pánico sigue creciendo al escuchar al alcalde Belloch, mi alcalde y el de 600.000 zaragozanas y zaragozanos, decir que Zaragoza es una ciudad con suerte por contar con este centro de información militar. ¿Cómo puede decir eso? Sabemos que él vive rodeado de grandes medidas de seguridad, que tiene la paranoia de ver terroristas por todos los lados que van a atacarle, que su condición de biministro no le dejará dormir tranquilo mientras viva, pero ¿qué derecho tiene a trasladar su paranoia personal a toda la ciudadanía?

Yo tengo dos hijos y una hija. Intento, junto con mi marido, educarles para la paz. Toda nuestra vida está orientada en ese sentido. Queremos educarles para que sean personas felices y hagan felices a los demás. Queremos que se conviertan en buenos ciudadanos, en personas de provecho que aporten algo al bien común. Pero todo esto salta por los aires al convertirnos en una ciudad para la guerra. Por mucho que diga que no, Zaragoza estará ya entre los objetivos de los terroristas islámicos.

¿Hay alguna manera mejor de expresar su repulsa a la política de Estados Unidos que poniendo un pepinazo en la ciudad referencia de la OTAN?

Yo era una joven veinteañera cuando cuarenta mil personas nos dimos la mano para trazar una cadena que uniera Zaragoza con la base militar y así protestar por la presencia militar americana que hipotecaba nuestro futuro. ¿Tendré que volver a salir a la calle, esta vez con mis tres hijos, para volver a protestar por lo mismo?

Yo no quiero un alcalde belicista. Yo no quiero un alcalde que está comprometiendo el futuro de mis hijos. Yo no quiero un alcalde que nos puede llevar a algo peor que la guerra.

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